SATÔ DECIDE FINALIZAR LA SEGUNDA OLA ANTES DE SU CONCLUSIÓN Y PONE EN MARCHA LA TERCERA, DESTINADA A HACERSE CON EL CONTROL DEL PAÍS
El fracaso de la operación contra Satô hace que Kei Nagai tenga que cargar sobre sus hombros el peso de las innumerables víctimas. Aun así, jura ante Tosaki, Kô Nakano e Izumi Shimomura que conseguirá acabar con él. Cuando Kei se da cuenta del nuevo plan de su enemigo decide hacerle frente sin contar con un plan, armas, compañeros ni tiempo.