Perderse en el recuerdo de una ciudad: Berlín, que Benjamin presenta aquí no al modo de una autobiografía (que se da siempre como un fluir continuo del tiempo de la vida), sino como espacio: discontinuidades, instantes fugaces (o quizá eternos) de una infancia que siendo pasado sólo cobra vida en el presente de la rememorac
ión, imágenes que siguen irradiando los reflejos de una existencia desaparecida.