Con la sensibilidad y genio de un artista, Frida logra en su diario personal construir para sí misma un camino de autoconocimiento y liberación, utilizando imágenes y palabras, e integrando múltiples formas de expresión: asociación libre de ideas, garabatos, collages, dibujos, pinturas, poemas, cartas, narraciones y relatos -realistas y fantásticos- de su propia vida.