Oculto en el campanario de la catedral de Notre Dame, a Quasimodo lo tratan como a un salvaje. Aunque es amable y tierno, tiene la reputación de un temible monstruo a causa de sus deformidades físicas. Comienza a sentir afecto por Esmeralda, una joven gitana que lo trata amablemente. Cuando la sentencias a una muerte injusta y van a ahorcarla, Quasimodo decide salvarla. Pero los más cercanos a Quasimodo tienen otros planes para la gitana.