Como estudiante de Derecho, Emilia debe hacer uso de su experiencia en investigaciones para descifrar lo que le ocurrió a su compañero Clemente Rojas y a su profesora Cristina Figueras. Entre correos electrónicos a Diego, que estudia en París, Emilia repasa los hechos y perfiles de los sospechosos
una y otra vez para dar con el asesino.