Andrea Alliaud interpela en esta obra la formación de futuras maestras, maestros y profesores e inspira las prácticas de las y los docentes, explorando las prácticas de escritura y rozando también otros oficios vinculados con la creación. La imitación, la asociación, la puesta en diálogo, la imaginación, pero también la repetición, se tornan referentes ineludibles para aquellos y aquellas que están aprendiendo a enseñar. Las discusiones sobre la práctica concreta de la enseñanza se enriquecen con una caja de herramientas que incluye ejemplos, consejos, trucos y secretos a transmitir a quienes se están formando. El enamoramiento con y por la enseñanza junto con la seducción que promete el cómo lo hacemos no podían estar ausentes, como tampoco cierta magia o misterio que estos procesos esconden.