La caída del Muro de Berlín en 1989 trajo aparejado el término de un experimento que, donde se puso en práctica, destruyó la organización ciudadana fundada en la confrontación entre personas, grupos y clases, con el resultado de la ruina de naciones enteras y el sufrimiento de sus poblaciones. Esta obra apunta a exponer los rasgos más característicos de aquella organización ciudadana tanto como los propios del marxismo que la atacó; asimismo, los de una doctrina como el liberalismo que, hipertrofiado el sentido de la libertad humana abrió las puertas para que la vida social se convirtiera, por principio, en un constante conflicto entre personas.