La Tierra está en estado crítico. La propiedad domina nuestro tiempo y también aumenta la desigualdad entre las sociedades del mundo. La Tierra no es solo la tierra, sino que también y fundamentalmente es el mundo habitable; pero está siendo continuamente destruida, el hombre la destruye. Es urgente pensar en ello y si la humanidad desea permanecer libre pensar en qué va a transmitir a las generaciones futuras. Mucho se ha dicho y escrito sobre otros desarrollos posibles, pero carecía de un principio que pudiera explicar el sentido filosófico de la vuelta que debemos tomar. Este es el tema de este libro, que tiene la intención de repensar el concepto de inapropiabilidad, nuestro ser en su relación con los demás, para la humanidad y el mundo de los vivos. Esta reforma tiene tres pilares (cosmopolitas, políticos y éticos) y viene a revisitar nuestra forma de vivir y actuar, individual y colectivamente. En última estancia, debemos superar el nihilismo contemporáneo y restaurar la esperanza en el futuro que no esté obsesionado con el fantasma del desastre.