La violencia popular en las protestas de cada 11 de septiembre en Chile ha sido deslegitimada y desvinculada de la herencia de la dictadura, adjudicándosela a la delincuencia. Este libro ofrece, en cambio, un acabado análisis de los diversos actores presentes en esas noches de los 11 de septiembre desde 1990 en adelante: sus motivaciones, características y constantes cambios. Se trata de un estudio que se adentra tanto en las manifestaciones diurnas, convocadas por las Agrupaciones de Familiares de víctimas del terrorismo de Estado, como en las protestas nocturnas en las poblaciones periféricas, donde se ha expresado el descontento producido por el modelo desigual legado por la dictadura.