El propio Thomas Mann advierte que esta novela trata sobre la pasión como desequilibrio y degradación. Gustav Aschenbach, arroyo de cenizas en alemán, es un escritor maduro que goza de reconocimiento. Llega a Venecia en busca de inspiración, pero tambien de llenar sus días con reflexiones esteticas en un entorno idílico. En el hotel coincide con Tadzio, un joven de polaco que se encuentra de vacaciones con su familia. El muchacho se convierte en objeto de deseo y adoración; un amor ideal e imposible basado en la contemplación estetica y que llevará a Aschenbach a renunciar a todo, incluso a sí mismo.