Perseo, uno de los héroes griegos, fue el único capaz de enfrentar a Medusa, una temible gorgona, que petrificaba a quien la mirase a los ojos, y darle muerte.
El rey Acrisio, gobernante de Argos, se enteró de una terrible profecía, según la cual, no tendría nunca un hijo varón y sería asesinado por su nieto. Horrorizado, encerró a su única hija, Dánae, en una torre de bronce, para asegurarse de que nunca tuviera descendencia. Sin embargo, Zeus se enamoró de ella y engendró un hijo: Perseo. La muchacha guardó el secreto varios meses, pero finalmente, el llanto del niño la delató. Enfurecido Acrisio, ordenó encerrar a Dánae y a su bebé en un cofre de madera y arrojarlos al mar, esperando que se ahogaran. Fueron salvados por Dictis, hermano de Polidectes, rey de Sérifos.
Este libro narra las aventuras de Perseo intentando liberar a su madre de Polidectes y con el tiempo, regresar a Argos, donde sin proponérselo, cumple la fatídica profecía y mata a su desconocido abuelo.