Todas las pasiones, deseos y emociones humanas se hallan reflejadas en la mitología clásica. Los relatos mitológicos de griegos y romanos son un espejo en el cual podemos contemplarnos: nuestra avaricia puede asemejarse a la del rey Midas, quizás conocemos personas con un narcisismo que nos recuerde al de Narciso, o tal vez vivimos, o hemos vivido, un amor tan intenso como el de Eros y Psique o Apolo y Dafne.