Los poemas de Principia son rezos ateos que celebran aquello que no podemos ver. Elisa Díaz Castelo no sólo se apropia del lenguaje de la ciencia para hablar de la intimidad, también cuestiona la certidumbre que estos lenguajes imponen. ¿De qué estamos seguros, realmente? ¿Cuál es el espacio de la Verdad, con su V mayúscula tan dura, ocupa en la poesía? ¿Con qué herramientas avanzamos en un territorio del que no existe mapa alguno?