Este diccionario nació en un aula del sur, en una clase de Filosofía del autor, donde la visión racionalista chocaba frontalmente con el pewma o sueño de una adolescente mapuche allí presente. Él tenía que pasar a Aristóteles y ella, afuera, en el patio, no podía celebrar el We tripantu; no estaba en el currículum de esa escuela… Así fue como la conversación que se dio en esa clase originó una investigación llevada a cabo en más de tres décadas de la cual, una parte, ha servido para dar vida a Zungun, palabras que brotan de la tierra. Se trata de un diccionario que perfila una cosmovisión; no de una traducción desangelada de términos que por su complejidad merecen ser tratados con la profundidad correspondiente, de modo que los lectores capten también los alcances de sus usos.