Este viajero amante de las aventuras nos hace visitar distintos tiempos y lugares, y sus ricos textos, al tener entendimiento propio, están enterados de que la división entre el viaje temporal y espacial es una limitación exclusiva del cuerpo. Nace, así, una prosa atrevida y nostálgica, sin tabúes ni temor a la travesura, el humor ni el cuestionamiento y que, por sobre todo, transporta al lector a lo largo de grandes distancias con gran musicalidad y ritmo narrativo. “Este libro no es más que un bosquejo de lo que me rodea, una brisa de lo que pienso, el susurro de lo que siento. Solo un intento de probar que la vida es más que segundos apilados. Esta es mi rebelión”.