El origen y las primeras aventuras de Dan Dreiberg como heredero del manto de Búho Nocturno, su asociación con Rorschach y su idilio con la enigmática Lady Crepúsculo, elementos que apenas se esbozaron en Watchmen, llegan a su desenlace en este volumen, donde queda claro que nada terminó como el protagonista esperaba... pese a que eso mismo explique la situación en que aparece inicialmente en la obra original. También siguen detallándose las andanzas del Comediante en la Guerra de Vietnam de este universo, demasiado cruelmente similar a la real. Si sobre la conclusión de la primera historia planea la sombra del Búho Nocturno pionero, Hollis Mason, en la segunda no hay ni rastro del Dr. Manhattan ?decisivo por su implicación de cara al cierre del conflicto?... pero continúan muy presentes los Kennedy, cuyas vidas se entrelazan con la del propio Edward Blake de los modos más insospechados. J. Michael Straczynski (The Amazing Spider-Man) y Andy Kubert (Batman) humanizan todavía más si cabe a los dos Búhos Nocturnos en el impactante final del relato que narra la transmisión de su legado y la consolidación definitiva del segundo. Mientras tanto, en un tono radicalmente distinto ?y casi en las antípodas mismas del planeta?, Brian Azzarello (Wonder Woman) y J.G. Jones (Marvel Boy) no dejan de revisar el pasado más reciente de los Estados Unidos a su oscura, cruenta y peculiar manera... aunque tal vez, atendiendo a la estricta realidad, su prisma no sea tan distorsionado como parece.