<strong>«Los recuerdos», me dijo una vez, «por pequeños e insignificantes que parezcan, son las páginas que nos definen».</strong>
El mundo de la joven Elly está formado por aquellos que lo habitan: sus cariñosos pero distraídos padres; su mejor amiga, que huele a patatas fritas y conoce palabras exóticas; un entrañable dandi; una imitadora de Shirley Bassey que la sigue de cerca, y por último, por supuesto, un conejo llamado Dios. Pero en una infancia salpicada por momentos tanto ordinarios como extraordinarios, la constante de Elly es su hermano Joe.
Veinte años más tarde, Elly y Joe ya son adultos y siguen estando tan unidos como siempre. Hasta que, en una soleada mañana, un suceso tan aterrador como inolvidable amenaza con destruir su vínculo para siempre.
A lo largo de cuatro décadas y moviéndose entre las afueras de Essex, la costa de Cornualles y las calles de Nueva York, Cuando Dios era un conejo trata sobre la infancia, la excentricidad, el lado oscuro del amor y el sexo, el poder de los lazos familiares, la pérdida y la vida. Pero es, por encima de todo, una historia sobre el amor en todas sus formas.
«Ningún resumen de la trama le puede hacer justicia a este relato maravillosamente sabio y convincente sobre el amor y la amistad en todas sus formas, sobre la familia separada de los lazos biológicos y sobre las pérdidas peores que la muerte. Una primera novela extraordinaria, digna de saborear». —Booklist
«La novela debut de Winman cuenta con una de las familias más encantadoras e inusuales del momento. Un relato narrado con frescura sobre crecer y vivir en el mundo, escrito por una autora con un futuro brillante». —Kirkus Reviews
«Winman muestra un alcance y una visión impresionantes al romper el silenciado molde coming of age; la intensidad de su prosa atraerá a lectores a quienes les guste un poco de melancolía». —Publishers Weekly