Cuentos para los hombres que son todavía niños fue publicado por primera vez en 1919 bajo el seudónimo de Teresa de la † , en Buenos Aires. Estos ocho relatos que la escritora dedicó a sus hijas, son un acercamiento a lo definitivo del terror, la soledad y la muerte. Dando voz a una muñeca de trapo, a un burro o al espectro de un arriero que deambula con un puñal en el pecho, Teresa Wilms Montt va enhebrando preguntas tan espeluznantes como reveladoras: «¿Es cierto que la bondad no existe?». Así, por medio de una prosa única y descarnada, advierte a sus lectoras sobre lo crepuscular de la existencia, como si estas páginas fueran consejos de ruta, o quizás también, un abrazo.