Los textos que componen este libro se construyen con esa libertad que permite que los juicios literarios se mezclen con las confesiones de un autor que concibe la literatura como el espacio para ensanchar la imaginación y el pensamiento, además de un refugio contra el ruido y el frenesí de una época saturada de artificios. De esta forma, junto con descifrar la obra de Nicanor Parra, Roberto Bolaño, Henry Michaux, Alice Munro o Manuel Puig, entre muchos otros, el autor entrega un antídoto para liberarse del tráfago cotidiano y poner atención a las pulsiones que habitan nuestro cuerpo.