Nosotros no los vemos, pero hay hilos invisibles de todas las formas y colores: largos, cortos, suaves, ásperos, gruesos, delgados, multicolores, pálidos, brillantes… a veces cambian, o parecen a punto de romperse, pero al final aguantan, otros se quiebran y con el tiempo se vuelven a unir; hay algunos que comienzan pálidos y van cogiendo color con el tiempo; los hay esmeros y eternos… Este es un cuento precioso sobre la diversidad humana y las mil maneras de amar que nos conectan.